JUEVES 1 DE JULIO DE 2021
Tras 41 años de trabajar en El Sol de San Juan del Río, hoy decide poner fin a su carrera
Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro
Yanelly Faustino | El Sol de San Juan del Río
Laura Olguín Castillo es sin duda un ícono de este municipio, a lo largo de 41 años ha plasmado en las páginas de El Sol de San Juan del Río el acontecer social, cultural y artístico del que ella misma llama su amado terruño.
Con una trayectoria admirable, intachable e inigualable, Laura descubrió su amor por el periodismo siendo menor de edad, y fue desde su primer encuentro con la máquina de escribir para redactar una nota social, que no pudo separarse de esta profesión que la marcó y la llevó a convertirse en una gran periodista, reconocida y admirada por quienes tenemos el gusto de conocerle.
CÍRCULOS
No hay evento social que se considere importante en el que no haya estado presente a lo largo de estas cuatro décadas.
Hoy decide poner fin a su carrera profesional dentro de El Sol de San Juan del Río, el periódico que lleva en el corazón y en el que ha pasado la mayor parte de su vida. Llenar el espacio que deja, simplemente será imposible.
Con este motivo nos comparte qué la llevó a tomar esta decisión y algunas de sus más entrañables anécdotas.
“Me ha motivado el querer dedicarme a otras cosas, como a atenderme a mí misma, a mi familia, a mis padres y otros asuntos particulares que por falta de tiempo no he podido realizar”.
El Sol de San Juan fue fundado el 18 de marzo de 1980, Laura llegó a sus filas en junio de ese mismo año, por lo que es considerada una de las fundadoras de este importante medio de comunicación.
“Desde muy niña, no sé de dónde salió, no sé de dónde llegó, yo siempre decía que quería ser periodista, en San Juan en ese momento no había dónde estudiar, te tenías que ir hasta México a la Carlos Septién, y obviamente que como familia tradicional de un pueblito no me iba a ir a vivir sola y las condiciones tampoco se dieron, y no tuve la oportunidad de estudiar la carrera, sin embargo, la pasión la traía, el gusto”.
Foto: Cortesía | Laura Olguín
Para Laura, la llegada de El Sol fue la oportunidad de hacer su sueño realidad. En ese momento la reportera de sociales era Rosy Guerrero, una amiga a la que conocía porque pertenecían a un grupo que hacía obra social llamado Las Ardillas.
“Me le empecé a pegar a Rosy para acompañarla a los eventos. Tengo desde el primer Sol de San Juan en mi casa, y fue así que cuando llegó a San Juan, era la mujer más feliz porque ya teníamos periódico en mi tierra… Ella me dejó acompañarla, íbamos a las iglesias a tomar las bodas, yo tomaba datos, nombres, ya después nos íbamos a su casa y ella se ponía a escribir a máquina”.
Rosy duró poco tiempo en el periódico, salió y luego entró otra amiga de Laura, Raquel Posadas, a quien también le pidió ayudarle, al poco tiempo también abandonó el periódico y fue entonces cuando se decidió a pedir directamente una oportunidad para escribir en El Sol.
Con tan solo 15 años, se armó de valor y le dijo al entonces director, Luis Roberto Amieva, que tenía el sueño de ser periodista, su entusiasmo era tan grande que de inmediato se le dio la oportunidad.
CÍRCULOS
“Era Junio de 1980 era la feria, había la Flor Más Bella del Ejido, me pidió ir a entrevistar a la ganadora, fui, temblaba de pies a cabeza, le pude hacer la entrevista, creo que nada más le pregunté qué significaba para ella, qué sentía, su nombre, lo más esencial”.
Laura hizo su primera nota: “pues obviamente que debía haber estado muy mal y él le dio toda la vuelta, él la rehízo, pero salió con mi nombre al otro día y en primera plana, fui la mujer más feliz del mundo”.
Al ser prácticamente una niña, en un medio en el que los hombres dominaban, Laura recuerda que lejos de ser complicado, encontró en sus compañeros apoyo y orientación.
Cuando comenzó a cubrir eventos, se hizo acompañar de su amiga Silvia Matus, con quien por 10 años recorrieron en bicicleta el pueblo para buscar las notas sociales que enviarían.
Foto: Cortesía | Laura Olguín
“Llegábamos de la escuela, nos quitábamos el uniforme, comíamos, y nos salíamos a la calle en bici a recorrer San Juan del Río, que en ese tiempo San Juan era lo que es el Centro Histórico, entonces a recorrer en bici, a ver que encontrábamos para hacer nuestras notas”.
Estos primeros años no habrían sido posibles sin el apoyo de sus madres, quienes diariamente iban a la redacción, mientras ellas estaban en la escuela, para hacer entrega de sus notas redactadas la tarde anterior.
Laura asegura que el apoyo y el amor de su familia, sus padres, hermanas y hermanos fueron fundamentales para construir su carrera.
En su andar por el periodismo se ha convertido en una experta en la historia y tradiciones de San Juan del Río, lo que la ha llevado a ocupar distintos cargos en las áreas de cultura del municipio en diferentes momentos de su carrera. Asimismo, concretó uno de sus más anhelados proyectos, la creación de su revista social que estuvo en circulación por casi una década.
Entre sus anécdotas más recordadas está una entrevista al actor Ignacio López Tarso.
“Me paralicé, me vió y le he de haber causado ternura que me abrazó y me dijo: mi niña, no te preocupes a ver yo te escribo, qué quieres escriba, y ya él solito se hizo la entrevista”.
Laura también ha destacado como escaramuza durante su adolescencia, fue así que tuvo la oportunidad de ir al Vaticano a conocer al Papa Juan Pablo II en compañía de otras niñas. Su entonces jefe, Agustín Martínez, le pidió que en ese encuentro intentara entrevistarlo, pues estaría muy cerca de él.
“Le agarré la mano y no se la soltaba, y era cosa de segunditos y yo dije ¡la entrevista, la entrevista!, estaba hincada y me levanté y le dije ¡Papa, Papa!, no sabía ni como decirle, su santidad, Papa, no supe ni como le dije. De México, muy bonito México, me dijo. ¿Le gustaría regresar a México?, probablemente, probablemente, me respondió. No se cómo dos o tres preguntitas que le hice, y se las pasé a don Agus y él hizo una página con esos datos”.
Foto: Cortesía | Laura Olguín
A lo largo de estas cuatro décadas, Lau ha sido parte de la evolución de los medios de comunicación, situación que no ha sido fácil.
“Sí pertenezco a la vieja guardia, acostumbrada a un tipo de reportaje, desde traer la libreta y la pluma, después pasar a la grabadora de casete y después a la grabadora digital, al teléfono ahora, que a mí me impresiona ver como mis compañeros actuales en el teléfono están haciendo la nota, yo no puedo hacerlo”.
“Me voy muy llena de tantas cosas, muy satisfecha, muy agradecida, de tantas experiencias, siempre lo he dicho, lo he pensado y le he agradecido a Dios que a través de este medio, de este periódico, me ha abierto tantas puertas que no podría contarlas… No solamente fue el llegar, escribir, reportear, sino todo lo que significó para mi haber pertenecido a esta empresa, a El Sol de San Juan, al trabajo, realmente no sé qué voy a hacer después, ahorita he decidido concluir esta etapa pero seguiré siendo parte de la familia de El Sol de San Juan, de El Diario de Querétaro de OEM y mi gratitud a todos los lectores por hacernos parte de sus eventos, por permitirnos estar ahí, por seguir conservando esas historias, esos recuerdos, para mí ha sido muy gratificante y ha sido un honor, un gran placer”.
“Mi aprecio, mi cariño para mis compañeros que iniciaron hasta quienes estamos ahorita, a cada uno de los que han formado parte de El Sol de San Juan, desde entonces, ahorita y por siempre a los que ya no están. A quienes han sido mis compañeros, directores, subdirectores desde don Luis Roberto Amieva, Don Agustín Martínez, hasta mis jefes actuales, nuestro director Mario León Leyva, mi gratitud por siempre por su apoyo y por su confianza”. |