El Dragón de Mondragón
Tiempo de Reflexión
Estimado lector, si usted me lo permite continuaremos con esta columna que deje de escribir hace algunos meses, ya que se le dio prioridad a otro proyecto de entrevistas que tuvieron gran éxito desde el 6 de agosto del 2021 durante ésta pandemia, llamadas “Las Tempraneras de Líderes de Opinión con Moreno y Mondragón” pero como decía mi abuelita: “Hijito esa es otra historia y a lo que te truje chencha” que la tormenta no está para distracciones… Hace unos días vi publicado un video en las benditas redes sociales en donde un sacerdote polaco le contestaba aquellos que le preguntaban del ¿Porque era tan abierto y tan feliz?... Expresando lo siguiente: “Que la enfermedad de su abuelo ¡Le marco la vida!, ya que por problemas de cáncer en el colon le tuvieron que hacer una colostomía y tener cuidados para asearlo en donde la bolsa de colostomía ya no se sujetaba a la piel por la delgadez de su abuelo y se batía de excremento todo el costado del cuerpo y como vivían él y su hermano con sus abuelos ya que sus padres emigraron a estados unidos para buscar un mejor nivel de vida tenían que apoyar en las labores de la casa”, pero para no hacérselas tan cansada esta historia, LE TOCO POR INDICACIONES DE SU ABUELA TENER QUE LIMPIAR ESOS DESECHOS DE POPO DE SU ABUELO AUNQUE LE DIERA ASCO… Es aquí en donde la vida nos pone pruebas difíciles, de resistencia, amor e incluso dolorosas, esa historia contada por el sacerdote polaco me hizo recordad a mi abuelo paterno Teófilo que en paz descanse, un hombre fuerte de mas de uno noventa de estatura, de ojos verdes y pelo rizado canoso, quien por desgracia por cuestiones de la presión arterial, le dio un derrame cerebral quedando como vegetal, alimentándose de líquidos vía sonda por la nariz, un hombre corpulento de muy buena estatura quien se fue consumiendo y achicando poco a poco quedando en los huesos, la piel se le pegaba al hueso además quien no movía ninguna parte de su cuerpo a pesar de todos los cuidados y terapias mi abuelo se fue consumiendo, teniendo llagas impresionantes en su espalda… Mi padre, y tía quienes también ya fallecieron hicieron todo lo posible para que se recuperara con el gran apoyo de mi madre Celia Barrón pero nunca lo logro, tuvo una larga agonía de quince meses en cama, se le adapto un cuarto especial con cama de hospital, reposet, personal de enfermería, hasta grúa para levantarlo y ponerle pañal desechable con alimentación licuada pero esto no fue suficiente para lograr su recuperación en donde gracias a Dios dejo de sufrir esa larga agonía en donde sufríamos todos al verlo así… Cuando digo que gracias a Dios falleció lo comento así, porque yo a muy corta edad jovencito de secundaria ayude a su limpieza, cuidados y alimentación aprendiendo a comunicarnos por medio del pestañeo de sus ojos y ruidos que hacía con la boca ya sean de molestia o gratitud cuando no quería ver a alguien, es aquí en donde queda como anillo al dedo el titulo de esta columna que dice: TIEMPO DE REFLEXIÓN, pero también de agradecimiento ya que al compartir ese video del sacerdote polaco a mi familia, mi prima hermana Rosario López Mondragón la única hija de la hermana de mi padre me expreso lo siguiente: “Ojalá que nunca se nos olvide la experiencia que vivimos con la enfermedad de mi querido abuelito, una experiencia larga, dura y difícil; Esta experiencia nos permitió observar y tocar de cerca la fragilidad humana a través de la vulnerabilidad y fragilidad de mi abuelito durante su larga enfermedad, después de haber sido el hombre grande y fuerte que conocimos; nos marcó y nos permitió dar lo mejor de nosotros y nos dejó una enseñanza. Nos permitió conocer el amor verdadero, todo lo que éramos capaces de dar y hacer cómo familia con fuertes valores de amor, ternura, generosidad, solidaridad, lealtad, unión, responsabilidad, compromiso, respeto, reciprocidad y humildad; Agradezco haber tenido oportunidad de haber vivido esta experiencia, pertenecer a esta familia y haber sido formada con estos fuertes valores que me han acompañado y me han fortalecido durante toda mi vida; Reconozco y agradezco mucho, mucho, mucho todo lo que hicieron mi tía, tú y tus hermanos a su corta edad por mi abuelito; Te quiero mucho!... Como dice ese refrán “Es mejor dar, que recibir” además si tienes que dar algo, es mejor en vida ya que al morir para que queremos flores en una tumba abandonada y visitada solo en su aniversario luctuoso o en el cumpleaños del ser amado por eso: En vida hermano en vida… ¿No cree Usted amigo lector?... |