Diario de Querétaro
5 de noviembre de 2009
Roger A. García
Querétaro, Querétaro.- ¡Al fin! Gallos Blancos dejó el sótano general de la tabla de cocientes, hundiendo a los Indios de Ciudad Juárez en dicho sector y acechando a Tigres y al Atlas, quienes en la próxima jornada podrían verse rebasados por los queretanos.
Con la victoria ante Tigres, Querétaro incrementó su porcentaje a 1.000 fruto de 15 puntos en 15 encuentros disputados. Hace dos meses, cuando el Maestro Carlos Reinoso asumió el timón plumífero, nadie pensaba que llegarían a salir del fondo de la tabla de cocientes,
Indios de Ciudad Juárez se convierte ahora en el principal candidato a descender. Con el apretado empate en Guadalajara, el cuadro aborigen quedó en 0.9592, muy negro el panorama que tiene el cuadro que está muy cerca de convertirse en uno de los peores equipos en el futbol mexicano al no ganar en la temporada regular.
Querétaro jugó a su estilo y salió con los tres puntos del estadio La Corregidora ante unos Tigres que prácticamente se les va la liguilla, además de mandar al último lugar de la tabla de cocientes a Indios de Ciudad Juárez. Un 1-0 muy sufrido, pero bien trabajado por un equipo humilde y sin muchas variantes.
El estadio La Corregidora ha vuelto a ser un inmueble de respeto para los rivales... aunque también en cierto modo para los locales, quienes ya tienen tres victorias consecutivas en casa y sueñan con una hipotética calificación.
Ambos equipos se alternaron el dominio del encuentro durante los primeros 20 minutos, aunque no tenían mucha claridad en su ataque. José Antonio Castro malogró la más clara de Tigres luego de una gran jugada de Lucas Lobos, el cual intentó componer Gastón Fernández al meter la mano y estrellarla en el poste.
Cuando el primer tiempo pasaba por su parte más intrascendente, llegó Mauro Vila para darle la luz a los locales. El uruguayo controló una pelota a las afueras del área y la empalmó de bote pronto para incrustarla en el ángulo del arquero Cirio Saucedo y mandar al frente a los Gallos Blancos.
Lo que siguió después fue una película ya vista en anteriores juegos: un Tigres que se volvió a conquistar el gol del empate y un Gallos Blancos que se defendía a capa y espada de los embates.
Los felinos sufrieron, como todos los equipos que han visitado a los queretanos en la era Reinoso, para pasar la muralla queretana, ocasionando que sus hombres importantes pasaran inadvertidos. Itamar se la pasó peleando con el zaguero Adrián Romero, Gastón Fernández se ahogaba con la marca de dos hombres, mientras que Lucas Lobos sufría por estar aislado, aunque tenía sus chispazos individuales.
Tigres no esperó mucho para tener su primera oportunidad en la parte complementaria, 'La Gata' Fernández apenas empalmó un centro desde la derecha, pero no contaba con la intervención del arquero Guadalupe Martínez, quien de un manotazo mandó a tiro de esquina.
El segundo tiempo fue de mucha tensión para Gallos Blancos y eso se respiraba en el ambiente, los visitantes habían mejorado en su funcionamiento, adelantando líneas y refrescando la banda izquierda con la entrada de Armando Pulido.
Gallos Blancos consintió a Tigres y les dejó la posesión de la pelota, destruyendo cualquier intento de ataque felino. Los cambios mandados por Reinoso Valdenegro era síntoma evidente que dejaría con la responsabilidad a los delanteros de cazar un contragolpe que definiera el rumbo del partido.
El juego se tornó de mucha lucha y menos futbol, lo que convenía a los queretanos, quienes se sienten más cómodos bajo este ritmo de partido y con la ventaja en el marcador. 'Kikín' Fonseca tuvo la oportunidad más clara al rematar un gran centro de Itamar, pero la pelota salió zumbando el travesaño.
El árbitro pitó el final y con ello el festejo de todo el estado de Querétaro, quienes ya ven la luz al final del túnel en esta aventura llamada Primera División.
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