El Dragón de Mondragón
Por: Carlos Mondragón Barrón
¿Mendigos o Méndigos?
Estimado lector, si Usted me lo permite y antes que le sorprenda el título de esta columna la cual dice: ¿Mendigos o Méndigos? Tocaremos un tema muy escabroso y que nos duele a millones de mexicanos en donde la pobreza extrema se ha apoderado de cientos de miles de familias, quienes: ¡Escúchelo bien estimados políticos! hoy no tienen nada que llevarse a la boca para alimentarse o alimentar a su familia, mientras algunos representantes populares como senadores, diputados e incluso servidores públicos han externado que no se puede vivir con menos de cien mil pesos mensuales poniendo el grito en el cielo por las medidas de austeridad como lo propone nuestro presidente, ya que si esto se hace, "no les quedara más que robar" la pregunta sería directa para esos que pusieron el grito de inconformidad: ¿No les ha bastado haber robado las esperanzas de su pueblo viviendo en la excentricidad, lujos, opulencia e impunidad de un salario y beneficios demasiado robustos; Es correcto que sigan mamando del erario publico mientras existe un pueblo con hambre y que muere de hambre como en la Sierra Tarahumara y otros puntos del país; Es correcto que una edecán en la cámara de Senadores o Diputados cuyas únicas atribuciones son su físico gane más que una enfermera en el país; es justo que se gasten cantidades ofensivas en bocadillos, galletas alimentos de nuestros Senadores y Diputados entre muchas cosas más?... Como diría mi abuelita: Hijito estos no tienen progenitora ni vergüenza ya que abusan, explotan, gastan de nuestros impuestos viviendo como reyes estos zánganos si son unos ¡Méndigos!... Que hoy mendigan que no se les baje su jugoso sueldo, porque sus hijos que van a escuelas privadas, no podrían cubrir sus cuotas escolares y gastos personales ¿Cómo le quedo el ojo amigo lector?, ¡Seguramente Cuadrado! mientras en el país miles de ciudadanos no pueden adquirir los útiles escolares de sus hijos que les piden en escuelas de gobierno por no tener recursos suficientes para hacerle frente a estos gastos, incluso existen padres que los mandan sin un solo centavo a clases porque no les alcanza y desayunan o les preparan lo que pueden para comer… Pero para no desviarle del título de mi columna amigo lector y no hacerlo enojar más con estos dignos representantes de nuestra política nacional en donde el político teme perder su salario y beneficios que con tanto esfuerzo ha logrado con su “brillante actuación como representante popular” y mientras son peras o son manzanas, esperemos que este plan de austeridad y recorte presupuestal sea avalado por todos los Senadores y Diputados el congreso en forma determinante en beneficio del país y aquellos que dicen que se les impone esta medida tendrán que buscar otro trabajo o robar como lo expresaron algunos y vuelvo a dejar esta pregunta reflexiva ¿Qué no han robado demasiado?... Regresando a el título de esta columna quiero compartirle estimado lector algo que surge cuando un municipio crece, se vuelve paso de migrantes o lugar en donde algunos más que vivos explotan y lucran con los sentimientos de los ciudadanos… Platicando con amigos de los medios de comunicación como mi buena amiga Rossy Martínez desayunando ya hace tiempo con mi gran amigo y asesor Don Jesús Moreno en el famoso Portal de Reyes en donde se come una Machaca en salsa roja deliciosa por cierto, nos expresó de forma contundente "hoy en día Carlos, debemos de salir con 50 pesos más en la bolsa lógicamente en morralla, para poder darles aunque sea de a cinco pesos a las personas que pasan o te encuentras en los cruceros pidiendo ayuda, a la viejita de escasos recursos que trae vendiendo hiervas o muñecas, al señor que toca la marimba, al migrante que pide ayuda, al discapacitado que necesita para comer, a la niña que vende chicles o pide para un taco, al enfermo que solicita para comprar un medicamento, al teporocho que pide para curársela, al que te ayuda a estacionarse o te cuida el coche (al viene, viene) tanta y tanta gente con alguna necesidad" que los cincuenta pesos no alcanzarían diarios para ayudar a tantos, pero esto no es todo, cuando alguien pasa y solicita algo para comer normalmente le ofrecemos un pan de dulce, una fruta, galletas, una torta o un taco, algunos lo reciben con agrado, otros que esperan una moneda muestran cara de asombro e incomodidad y hay quienes hasta se enojan si les das comida… El viernes de la semana pasada tuve el gusto de convivir con amigos de los medios de comunicación desayunamos juntos y no faltó quien llego a solicitar una moneda para comer, se acerco a nuestra mesa un hombre de más de 40 años, desaseado, con una cobija, mal peinado, morral y se me ocurrió pasarle un pan de dulce pensando que tenía hambre, me hizo el favor mi amiga Nora esposa de Ariel Aguayo de pasarle el pan con una servilleta, se nos quedó mirando con molestia, lo tomo, camino y más adelante lo pateo hacia el área de los taxis muy molesto, varios nos quedamos sorprendidos e incluso empezamos a comentar anécdotas de gente que al no recibir una moneda reacciona mal e incluso te maldice esa gente serán: ¿Mendigos o Méndigos? Pablo Alemán me comento que ha llegado a invitar a comer tacos a los niños que se le han acercado a pedirle de comer pero él como una medida muy inteligente les ha comentado a estos niños “pero te los comes aquí, pide un refresco o agua y come lo que quieras, nada para llevar" aplaudo esta medida generosa de Pablo porque así se ve reflejado la ayuda.. Así calma una gran necesidad de hambre que pueden tener estas criaturas que muchas veces son explotadas por vividores o utilizados para crear lástima… Creo que todos hemos tenido acciones de ayuda o apoyo en alguna ocasión de gente que se nos acerca a pedir una moneda para comer y algunos hemos tenido la mala experiencia de ver comportamientos de personas que tiran los cosas e incluso maldice si no les das una moneda… Pero como decía mi abuelita: hijito tu sigue haciendo el bien, sin mirar a quién y Dios te Bendecirá con más… ¿No cree Usted amigo lector?... |