Joaquín Nieto Pérez fue víctima de brutalidad policial presuntamente ejercida por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), derivado de esto inició una carpeta de investigación ante la Fiscalía General del Estado para exigir justicia.
Narró que el pasado lunes alrededor de las siete y media de la noche, en la comunidad de La Estancia, llevaba a cabo labores propias de su trabajo como operador de vehículos, conduce una pipa, que al parecer levantó sospechas en elementos de la Policía Estatal, ya que lo siguieron y le pidieron detenerse, pero no se percató que se trataba de una patrulla, pues no encendió torretas, motivo por el que siguió avanzando.
“El lunes me agredieron los oficiales, mi patrón me mandó a traer agua para regar un pasto, cuando los estaba haciendo pasó tres veces la patrulla del estado, me vieron que estaba tirando agua, me quedé un rato y me fui. Pasé las vías que están para Santa Matilde y en eso se me pegó una camioneta, pero nunca me prendió las torretas para que me parara, pasé el asilo, y la camioneta seguía con las luces altas, no me había dado cuenta que era una patrulla”.
La unidad lo obligó a detener la marcha, de forma inmediata sin preguntar nada, los elementos arremetieron en su contra, sin mayor explicación lo golpearon e intentaron quitarle sus pertenencias, que consistían sólo en una cajetilla de cigarros con un encendedor y su teléfono celular, se negó a entregar éste último, y lo que ocasionó la furia de uno de los elementos, al parecer del grupo táctico de la SSPM, ya que estaba encapuchado y no le fue posible ver su rostro, pero reconoció el uniforme.
“Se me adelantaron y me cerraron el camino, como si trajera algo o fuera un delincuente, una vez que abrí la puerta, no sé de dónde vino el oficial, si de la patrulla estatal que me paró o de las otras que ya estaban atrás de mí, eran estatales y municipales. Iba abriendo la puerta cuando uno de ellos me agarró y me metió un golpe en la cara, no me dejaban ni hablar, tantito hablaba y me metían otro golpe”.
Recibió golpes de por lo menos ocho elementos de ambas corporaciones, pero señaló que el oficial municipal del grupo especial se ensañó de una forma desmedida, pues no sólo lo golpeó, también lo insultó y vertió improperios contra su familia.
“Uno de ellos fue el que como que se enojó más, porque no pudo quitarme el teléfono, porque sentí dos golpes atrás, como que me dieron dos cachazos, para quererme tirar, eran como ocho oficiales. En ningún momento les tiré un golpe, sólo trataba de protegerme, (…) cada que les decía algo me metían una patada, el oficial que me agarró más coraje me tiró una patada cuando estaba esposado en el piso”.
Presenta lesiones en la cabeza, varios en la espalda, en el rostro, testículos y muñecas al colocarle las esposas. Intentó evitar los golpes, los oficiales lo tiraron al piso para someterlo, ahí el oficial más agresivo presionó con el pie la cabeza de Nieto Pérez.
Al lugar acudió el patrón del afectado para aclarar que el joven no cometía ningún ilícito, pues al parecer los oficiales pensaron que trasladaba combustible ilegal, se comprobó que la pipa sólo almacenaba agua, por lo que los policías lo liberaron.
En un inicio, el afectado se negó a poner la denuncia formal ante la Fiscalía para evitar represalias contra él y su patrón, pero al ver las condiciones en las que llegó a casa, familiares lo convencieron de proceder legalmente contra los policías, ya que consideraron que de no hacerlo, cometerán otros abusos contra ciudadanos.
La carpeta de investigación CI/SJR/209/2018 se inició por los delitos de lesiones y abuso de autoridad, en caso que la Fiscalía no resuelva entorno a este asunto, el afectado señaló que buscará otras instancias, ya que no se puede permitir que este tipo de policías tengan poder que utilizan para dañar a los ciudadanos y manchan la imagen de los demás oficiales |