Vecinos de la colonia La Peña reportaron la venta desmedida de pirotecnia durante las posadas de esta zona, situación que angustia a las madres de familia, al referir que hay poca inspección de las autoridades para frenar esta situación que pone en riesgo, sobre todo a los niños, y que se da a plena luz del día.
Georgina Montes Segura, habitante de esta colonia, expresó que cuando cierran las calles para las posadas, hay jóvenes con mochilas que se ponen a vender la pirotecnia, las palomas, chifladores y cohetes son los más solicitados por los niños para quemarlos cuando va la procesión, situación que los mantiene en alerta.
Agregó que aunado a esto, hay puestos que se ponen en las esquinas de las calles para vender toda clase de cohetes, sin que haya alguien que ponga un alto a estas personas, y que continúen operando a cualquier hora del día.
“Nosotros hemos visto como a cuatro jóvenes diferentes que traen una mochila y ahí la abren para que la gente escoja la pirotecnia que quieran, no sólo los niños están en peligro sino ellos también por cargar tantos explosivos. Exigimos que vengan a agarrarlos”.
La señora Diana Lizbeth Guerrero Valencia señaló que los ruidosos estruendos retumban en ventanas y pisos de sus viviendas, lo que les da referencia para saber que no son pequeños los artefactos que utilizan.
La señora Diana Lizbeth Guerrero Valencia señaló que los ruidosos estruendos retumban en ventanas y pisos de sus viviendas, lo que les da referencia para saber que no son pequeños los artefactos que utilizan.
Manifestó que la necesidad de regular esta situación se detona también que cerca de esta colonia se ubican ductos de Pemex, y temen porque algún polvorín llegue a caer cerca provocando algún incidente de mayor magnitud.
“Las ventanas resuenan cuando truenan los cohetes y nos da miedo que se llegue a salir de control, porque a veces los avientan a las casas o a los baldíos, y esto puede ocasionar incendios”.
Por lo anterior, los vecinos piden la intervención de Protección Civil y Policía Municipal para resguardar la integridad de los asistentes a las tradicionales posadas, y al término haya saldo blanco. |