El Sol de San Juan del Río

Por: Rodolfo Valencia

Lunes 7 de agosto de 2017.

La otra cara de la moneda demostraron los campeones del Club Fluminense luego de su incalificable conducta al agredir al árbitro, cuando su incompetencia propició la suspensión  del partido al momento en que se reanudaría el encuentro, tras el 1-0 con que se ponía en ventaja el Inter.

Este que fue llamado el partido más atractivo de la fecha 6 del Torneo de Liga 2017 de la Liga de Futbol de Veteranos “Iztachichimecapan” de SJR, resultado candente en todo momento ya que por un lado el Inter salió a defender su invicto y el conjunto rojiblanco a demostrar su calidad de campeón, pero esto le quedó grande al árbitro que no supo conducir el encuentro a buen término por su falta de criterio y autoridad, y prácticamente los dos equipos se lo comieron.

El partido se calentó desde el primer tiempo con dos equipos que en todo momento alegaron las decisiones arbitrales, que por momento favorecían uno que a otro equipo, ante la falta de criterio para aplicar imparcialmente el reglamento, trayendo la primera expulsión de Ricardo Díaz con inmerecida segunda tarjeta amarilla, pero minutos más tarde vino una agresión en el área del Inter sobre un delantero rojiblanco y el árbitro expulsó al jugador del Inter, pero no justifica el que si marcó la falta por lógica debió haber marcado penal y ahí aumentaron los reclamos.

Resumiendo el primer tiempo terminó cero a cero, teniendo las mejores oportunidades de gol el Fluminense, para la segunda parte se calentó más el partido aflorando la falta de capacidad del árbitro para conducir el partido y dejó que siguieran alegando y no sancionaba las jugadas con el mismo criterio.  Los dos equipos sufrieron una expulsión más para quedarse con nueve elementos, a del Inter ganada a pulso y la de los rojiblancos un tanto rigorista, en esa última se originó lo que sería el único gol del partido en tiro libre de Arturo González que se comió el portero rojiblanco,  a esa distancia no se puede permitir un gol y a los 20 minutos del segundo tiempo el marcador se ponía 1-0 a favor del Inter.

El partido se iba a reanudar pero se hicieron de palabras dos jugadores rivales que se retaron para salir fuera del campo y arreglar sus deferencias, lo que originó el árbitro suspendiera injustificadamente el encuentro, pues lo que procedía era amonestar o expulsar a los jugadores