El Dragón de Mondragón
Por: Carlos Mondragón Barrón
Estimado lector si Usted me lo permite, más adelante le explicare este título tan subjetivo de mi columna llamado “Entre el cielo y el Infierno”, por el momento empezare comentando que en la historia de nuestro país la religión ha sido importante en el desarrollo de nuestra sociedad, tanto que hemos visto personajes importantísimos que figuraron en la independencia de México como Morelos, Hidalgo y muchos otros pero antes de ellos ¿Quién no recuerda parte de la santa inquisición? quienes juzgaban y decidían el destino de aquellos que eran diferentes o quienes no comulgaban con sus creencias y ritos, pero si nos vamos mas allá recordemos la imposición de una religión en la conquista, así como la forma del cómo fue impuesta a nuestros antepasados haciendo a un lado sus ídolos y costumbres, ¿Quién no recuerda a los afamados cristeros? quienes al grito de “Viva Cristo Rey” hicieron lo que en esa época era necesario para determinados intereses religiosos, digan lo que digan siempre la iglesia católica ha sido parte importante del desarrollo de nuestra nación, la cual ha influido y sigue influyendo en nuestra participación social, cultural, económica e incluso política de este México que se sigue convulsionando gracias a cientos de personajes políticos y decenas de religiosos que aunque no los veamos, influyen en beneficio o perjucio de las deciciones del rumbo de esta gran nación que se llama México… Mi intención no es lastimar las creencias religiosas de nadie, al contrario es poner en la mesa lo que de verdad pasa en esas esferas que muchos sabemos que existen y que muchos mejor ocultan, y ya que alguien dijo por ahí a nivel federal ¡Tenemos que tener Fe! De aquí partimos amigo lector… Y como diría mi abuelo para muestra “solo basta un botón” usted amigo mío seguramente a escuchado el nombre del Cardenal Norberto Rivera quien durante muchos años fue una gran figura dentro del clero con influencia y relaciones con cientos de políticos y que hoy en día buscan enjuiciarlo por la presunta responsabilidad de haber encubierto a 15 sacerdotes por el delito de pederastias caso que el Vaticano conoce e incluso acepto su renuncia, esto provocado por las denuncias de los exsacerdotes Alberto Athie y José Barba por ahí dicen que en todos lados “Se cuecen habas” lo que hasta ahora es una verdad a oídos sordos es que este representante de la iglesia católica fue y sigue siendo un hombre muy influyente y poderoso, quien se codeo con presidentes, gobernadores de todos los colores y personajes de peso incluso empresarial que lo pueden apoyar y la pregunta sería: ¿Sera castigado por el sistema legal de nuestro país o será exonerado, esperando el castigo divino si en verdad protegió, solapo e incluso permitio los abusos a menores?... Pero por respeto a mi abuela no hago más preguntas no vaya a ser que me venga a jalar los pies o me lleve por ser irreverente, por lo cual mejor no le sigo porque ella eran una gran devota religiosa y además tengo familiares muy cercanos sacerdotes y religiosas… Y como dije, no quiero meterme “en camisa de once varas” … Ahora amigo lector si usted me lo permite ahí le va el segundo caso seguramente a escuchado del Padre Alejandro Solalinde fundador del albergue a migrantes “Hermanos en el Camino” quien hace declaraciones muy precisas y directas dice: “No basta con la detención del exgobernador Javier Duarte Ochoa, debe de regresar lo que se robó y el gobierno debe de incautar sus bienes” ¿Como le quedo el ojo amigo lector? Seguramente como a muchos; ¡Cuadrado! Cuando un representante religioso con ideas de servicio, solidaridad apoyo a migrantes de una solvencia moral importante declara esto, es también trascendente y como dirían en mi rancho “VIVA MÉXICO” al menos si un representante de la iglesia tiene opinión y es congruente con lo que la mayoría de los ciudadanos queremos y que se llama JUSTICIA tenemos que aplaudirle y reconocerle su valor e incluso hasta apoyar su propuesta y NO ESPERAR EL CASTIGO DIVINO que sabemos que algún día tiene que llegar a quienes creemos en Dios y en la justicia divina, pero como diría mi padre ¡Mejor aquí y ahora! en forma terrenal y que estos delincuentes reciban el castigo que merecen, aprovecho para invitarlo amigo lector a recordar un párrafo de nuestro Himno Nacional el cual dice: “Mexicanos al Grito de Guerra” para pensar a quien en el 2018 le brindaremos la confianza para que nuestro país recobre el patriotismo, equidad, justicia, su rumbo o camino y no permitamos imposiciones de grupos y partidos que hasta la fecha solo hemos observado que buscan y disfrutan del poder importándole un soberano cacahuate la mayoría de la gente, con esto no estoy convocando a un levantamiento armado que quede muy claro, por el contrario: ¡busco crear conciencia de un voto bien razonado y analizado pensando en beneficio de todos y no solo de unos cuantos!… Es aquí en donde entra perfectamente el título de la columna; “Entre el cielo y el Infierno” … ¿No Cree usted amigo lector?... |