REPRESOR. A Guillermo Vega Guerrero ya se le olvidó cuando en campaña pregonaba a favor de la libertad de expresión, ¡cuánto ha cambiado! Ahora como alcalde de San Juan del Río el panista decidió condicionar obras en aquellas comunidades cuyos delegados o subdelegados hayan manifestado alguna inconformidad sobre su gestión. O sea, para cumplir su obligación de gobernar ¿para todos? al alcalde tienen que endulzarle antes el oído. Se diría que Vega es tooodo un tema para el secretario de Gobierno del Estado, Juan Martín Granados, pero no, porque el edil panista -igualito que su antecesor priísta Fabián Pineda- ni siquiera le contesta llamados y al único que escucha es a su lisonjero secretario de Gobierno, Fernando Ferrusca, único domador de ese circo que, tan tan, con su PAN ya se lo comió.