por Armando Velazco Nieto
Fue descubierto el cuerpo sin vida de un hombre en la cajuela de un auto compacto al que manos desconocidas le prendieron fuego, con intenciones de borrar evidencias o dificultar la posible identidad de la víctima.
Se conoció que los bomberos del municipio de Amealco fueron alertados en el sentido de que en las inmediaciones de la ranchería de Tenasdá, correspondiente al Barrio de San Ildefonso, Amealco, un vehículo se incendiaba, por lo que era urgente su presencia.
Al arribar, los traga humo procedieron a combatir el ígneo elemento, lográndolo en pocos minutos, enseguida hicieron una revisión a la unidad todavía envuelta en humo, recibiendo menuda impresión los heroicos vulcanos y los oficiales de Seguridad Pública, que al abrir la cajuela se encontraron con un cuerpo humano sin vida.
La policía acordonó el lugar y solicitó la intervención del Fiscal de esa cabecera, constituyéndose enseguida con peritos en criminalística de campo y elementos de la Policía de Investigación del Deliro (PID), para tomar conocimiento e iniciar las primeras investigaciones, respectivamente.
Se desconoce si el cadáver estaba maniatado y qué tipo de lesiones se la apreciaron, lográndose conocer que por la madrugada vecinos de la comunidad habían visto de noche pasar el auto seguido de una camioneta, cuyas características se desconocen, a manera de escolta.
Terminada la diligencia, el Fiscal ordenó que los restos mortales de la víctima fueran depositados en el Servicio Médico Forense, para la necropsia de ley, y con ello conocer la causa de muerte, por su parte, los peritos recopilaron huellas y demás evidencias que servirán en las investigaciones.
Al respecto fue iniciada una carpeta de investigación por homicidio, en agravio de quien resulte ofendido, y contra de quienes resulten responsables. La unidad es aún objeto de minuciosa investigación.