Alcoholismo, grave problema social
El Sol de San Juan del Río
5 de Octubre del 2013
Por: Armando Velazco
San Juan del Río, Qro.- La edad promedio para el inicio de consumo de alcohol, ha ido en aumento y es alrededor de los 14 años. Esta enfermedad es un problema de salud pública, y de acuerdo con cifras del Consejo Nacional Para las Adicciones (Conadic), el 54 por ciento de accidentes de tránsito mortales, ocurren cuando el conductor se encuentra bajos los efectos del alcohol. En esta proporción, más de la mitad son jóvenes de entre 16 y 30 años.
El primer acercamiento con el alcohol por lo general ocurre en una fiesta o un antro.También esos problemas que a veces tenemos como seres humanos, de autoestima, en fin, en esos momentos se ven libres para expresarse, sin embargo, cuando el espejismo pasa, cuando la fiesta acaba, es cuando aparece el verdadero rostro del alcohol. De acuerdo con especialistas, como sociedad hemos entrado en una "normalización" en el consumo de alcohol.
Para prevenir el consumo, según los conocedores en la materia, debemos educar y estar conscientes de que las adicciones existen y siempre van a existir, que las sustancias existen y van a existir, pero el que existan no quiere decir que tenga que usarlas. Principalmente porque muchos adolescentes se vuelven dependientes y sin darse cuenta.
Existen dos formas de alcoholismo: El alcoholismo agudo y el alcoholismo crónico. El alcoholismo crónico se produce por el consumo habitual de moderadas dosis de alcohol. El alcohólico presenta trastorno del carácter como desconfianza, irritabilidad, con periodos depresivos que pueden llevarlo al suicidio en algunos casos extremos. Todos los órganos resultan afectados, sobre todo el sistema nervioso. Temblor en las manos, alteraciones digestivas que pueden derivar en cáncer, etc. Puede llegar al delirium tremens que lo conduce a la muerte. El alcoholismo agudo, consiste en una crisis pasajera que va desde la euforia a la tristeza, hasta la prdida de la razón,caminar titubeante, mareos, náuseas y vómitos.
Existen tres diferentes tipos de bebedores. El bebedor moderado tiene ingesta diversas bebidas alcohólicas. El bebedor habitual. Toda su vida social se centra en el alcohol. No consumen por gusto, sino porque le aporta una sensación aparente de seguridad, valor o placer. Al comienzo, la ingesta es circunstancial, y puede dejar de beber, pero a través del tiempo se hace hábito el emborracharse. El bebedor excesivo ingiere más alcohol al día, no obstante, aún puede controlar el consumo, aunque difícilmente. El alcohólico se caracteriza por depender del alcohol, tanto física como psíquicamente.
El alcoholismo es un serio riesgo para la salud que, a menudo conlleva el peligro de una muerte prematura como consecuencia de afecciones de tipo hepática como la cirrosis, hemorragias internas, intoxicación alcohólica, accidentes o suicidio. El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo determinado. El consumo excesivo y prolongado del alcohol, va obligando al organismo a necesitar o requerir cantidades crecientes para sentir los mismos efectos, a esto se le llama tolerancia aumentada y desencadena un mecanismo adaptativo del cuerpo hasta que llega a un límite en el que se invierte la supuesta resistencia y es entonces que asimila menos, por eso tolerar más alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
Las muertes por accidentes donde está presente el alcohol, como choques, volcaduras, atropellamientos y suicidios, ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte. La secretaría de Salud ha reportado que el abuso del alcohol se relaciona con el 70 % de los decesos por accidentes de tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre personas de 15 a los 30 años de edad. Se estima que 27 000 mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito y la mayoría se debe a que se encontraban bajo los efectos del alcohol.
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