Menores tienen acceso a alcohol; organizadores operan sin permisos
El Sol de San Juan del Río
3 de diciembre de 2012
por Yanelly Faustino
En un riesgo latente para los jóvenes se ha convertido una nueva modalidad de fiestas que se llevan a cabo en la cabecera municipal de San Juan del Río, en donde la venta ilegal de alcohol y el consumo excesivo de bebidas embriagantes, incluso entre menores de edad, han derivado en riñas y situaciones de riesgo.
En los últimos meses se ha vuelto cada vez más frecuente que a través de las redes sociales se anuncien fiestas organizadas por un grupo de jóvenes, quienes crean los eventos y hacen llegar las invitaciones a amigos y estos a su vez a otros conocidos, logrando que la convocatoria sea mayor y se lleguen a concentrar entre 300 y 500 personas.
Podría parecer una situación normal que se lleven a cabo estos eventos, sin embargo los organizadores ven en estas fiestas un gran negocio, ya que tan sólo para entrar cobran en promedio 40 pesos a cada asistente, cada uno de ellos puede entrar con su bebida favorita, por supuesto eso incluye botellas de alcohol, y es ahí donde la situación se vuelve peligrosa ya que al tratarse de un evento privado se permite la entrada sin que nadie supervise que los asistentes sean mayores de edad.
Este tipo de fiestas generalmente son amenizadas por un DJ, grupos en vivo, el alcohol circula sin ningún control, y por tratarse de un evento que carece de permisos y supervisión de las autoridades, los menores de edad tienen acceso a las bebidas alcohólicas que los presentes les ofrecen.
Los eventos generalmente se llevan acabo en distintas fincas, sobre todo ubicadas en el rumbo de Santa Cruz, los espacios son alquilados para eventos privados y son los organizadores quienes se encargan de la contratación de Dj´s, bandas y grupos que tocan en vivo, situación que se vuelva atractiva para los jóvenes.
La concentración de tantas personas en un solo lugar permite que el consumo de alcohol sea desmedido, y que incluso los organizadores también vendan bebidas al interior de las fiestas, obviamente sin permisos de las autoridades municipales.
La situaciones de riesgo se presentan generalmente después de la media noche cuando los jovencitos ya alcoholizados protagonizan riñas y ante la falta de seguridad no hay quien los detenga, provocando lesiones muy graves a los involucrados, que incluso han puesto en riesgo sus vidas y que constan ya en investigaciones que lleva a cabo el Ministerio Público.
Los jóvenes organizadores de las fiestas han visto en estos eventos un negocio redondo que les deja importantes ganancias económicas, tanto por el cobro de la entrada como por la venta ilegal de cerveza y botellas de vino al interior, no pagan impuestos, no tienen permisos y operan en la clandestinidad. |
