El Sol de San Juan del Río

12 de julio de 2012

Armando Velazco

San Juan del Río, Qro.- Decenas de negocios donde se expenden bebidas alcohólicas trabajan a deshoras y sin los permisos correspondientes, y pese a ello, el señor Alberto Hernández, coordinador de inspectores municipales, nada ha hecho al respecto, pero si se ha multiplicado este tipo de establecimientos que laboras al margen de la ley, por lo menos así lo han señalado personas que en calidad de clientes han estado en esos lugares y uno que otro ex trabajador, que por alguna razón piden la intervención de las autoridades.

Visitantes a esta redacción refieren que este tipo de changarros brotan de la noche a la mañana, ubicándose en Av. Universidad, bulevar Pablo Cabrera (junto a la CTM), camino a Santa Cruz Nieto, Paseo Central y otras arterias, donde además de la venta de alcohol, se comercializa el sexo, es ante ello, los quejosos exigen al coordinador de inspectores de quien dieron su nombre, así como de las autoridades sanitarias y de Protección Civil, actúen de inmediato.

De igual forma indicaron que por los favores de alguna mujer, se han registrado pleitos, debiendo de intervenir la Policía Municipal para calmar los ánimos o en su caso remitir al Juzgado Cívico los infractores que se encuentran bajo los efectos de bebidas embriagantes.

Señalaron nuestros visitantes que, en caso de que la autoridad no proceda conforme lo marca la ley, acudirán a otras instancias a fin de que tengan eco a sus demandas, pues además dijeron que el ruido de la música es alto y no deja conciliar el sueño, y que por si fuera poco, los automóviles estacionados en las cercanías de esos negocios, son rayados y hasta abiertos para robar el estéreo y demás objetos, siendo detenidos en algunos casos por la policía, y los infractores y presentados ante el Ministerio Público.

Hicieron hincapié que con frecuencia en las puertas de casas vecinas, las personas que están ebrias, las toman para hacer sus necesidades fisiológicas sin importarles que sean vistas por quienes tienen la necesidad de caminar por esos sitios a donde los inspectores municipales no han acudido a cumplir con su responsabilidad.