GARANTÍA, LA MAYOR DE TODAS Por el Dr. Eugenio Medina (Chavarín)
Mucho me ha impresionado la respuesta femenina acerca de lo que recién escribo en este portal de internet acerca de ellas y lo mucho que pueden lograr para vivir, no felices sino ahogadas en la dicha.
Todos suponemos saber algo acerca del amor, aunque algunos, los de grandes orejas o de plano fulanos o zutanos ya bien desorejados, dicen convencidos que el amor es para las viejas y para los niños y que los hombres queremos sexo, sexo y sexo. Hasta ahora, ningún varón puede ofrecerle a ninguna hembra, el camino para vivir no es el paraíso sino en el segundo y hasta en el tercer paraíso de los placeres y la felicidad.
Se han instalado en la ciudad, promocionales de changarros donde pretenden enyerbar la conciencia de las muchachas, novias para casarse, ofreciéndoles, no una preciosa fiesta sino eso naco y feúcho que nombran evento. Ni duda cabe, televisa es su cerebral coordinador y por ello tales nacos, apantallados por los llamados gringos vieron “event” de aquel lado y pensaron que era evento y por supuesto, una palabra de conquista muy moderna y hasta lujosa, según su tan naco criterio y mandaron al bote de la basura la preciosa palabra fiesta. Los que eso organizan se dicen eventeros, pobrecitos, tienen una sesera seca, plenamente conquistable y muy voluble. Event, del inglés en español significa suceso o acontecimiento, no significa fiesta. Evento en español significa inesperado eventual, accidental. “Subí a recibir mi diploma y sufrí un evento, me golpearon el carro por atrás y apenas logré no quedar bien fregada.” Eso sí es eventual y un evento.
No pretendo enseñar español a nadie. Quiero que me lean. Lo que pretendo con esta literatura consiste en que les interese, les guste y les alegre el momento y sobre todo, porque todo esto mucho les pueda servir.
Se dice que la hembra a quien realmente quiere es a sus hijos, criterio dizque certero, preciso y que abunda y, lo siento, es completamente falso. Lo que se les da a los chiquitines es el residuo de amor que le tocaba al viejo, pero el viejo ni fue querido ni se dejó querer, en consecuencia lo que reciben los chamacos llamados hijos, son los puros residuos, ceniza y hollín de amor. Las glorias del amor no son la de madre a hijo, aunque el amor de madre, precioso, es quien nos ha permitido sobrevivir, pues ningún infante puede ser adulto sin una madre que lo cuide y atienda. Lograr que ella, tu compañera, te quiera y te dejes querer es una tarea en verdad grande y obligatoria que nadie acomete.
Es una verdadera lástima que los varones desconocen lo que puede hacer con ellos el amor de una hembra activa y sobreactuada en el amor y en lo otro, los ahogaría.
Yo sé algo acerca de la devoción de las hembras: les encanta hablar, mandar, gritar y ni se diga gastar, se apasionan. De los varones creo saber algo más. Decimos, dicen, que ellas están locas y que pleonasmo mayor y más repetido es decirles: “viejas bandejas.” De ese calibre el torpe pensar de muchos varones. A los varones les encanta el fútbol, las caguamas, el desorden, el sexo fácil donde piden todo y nada ofrecen.
Algunas de mis jóvenes amigas, las que un poco piensan, me comentan de lo que hay para ellas en el mercado del amor y el matrimonio: chamacos tontos, borrachines, flojos, arriados y mal arriados ah y muy pobres, es decir pobres por ignorantes y tarugos, pues si les dices pendejos, se pueden enojar. La verdad siempre es molesta e incómoda, por ello acá tanta y tanta comunión con los fingimientos y la mentira. ¿Me quieres? pregunta aquella con cara boba, para no decirle inocente; y este cabrón le contesta. Sí, claro, pero no nada más a ti quiero, eh… La pobre pone los ojos en blanco y no sabe si entendió o no entendió.
¿En cuál changarro meshica o gringo es posible comprar una garantía de amor, otra garantía de placer profundo, garantía en dinero y con ellos garantía de felicidad? ¿Dónde, con quién es posible comprar unos doscientos pesos de fe, unos quinientos pesos de amor?
No cabe duda lo real, importante y necesario no se encuentra en este sucio infame y hasta podrido mercado de la carne.
Qué pasaría si tuviéramos ya gente pensante y te ofrecieran algo como esto.
“Con este solemne sacramento te garantizo una infancia preciosa donde lo importante parta ti será el juego y jugando aprenderás y con ese alegre y feliz juego, tendrás brillante cabeza, gran intelecto, aprenderás lo por hacer para ser riquillo, lo por aprender para que tú mismo te ames y te dejes amar, seas un mago para todo eso y luego enseñes eso a tu hijos. Serás sano, ágil, dinámico, muy competente para hacer plata, mago para que ellas te adoren, tendrás amor en grado enloquecedor Ah.. y además ya no pasarás por la fregada vejez y tendrás un final tranquilo y rodeado de lo que te aman y te han hecho tan feliz.”
Hombre para besarle manos y pies a quien comanda tal garantía. Esa garantía te la deben ofrecer tus padres. Cuando esto suceda quedará en desuso el ahora frío día de la madre y eso de andar prometiendo para el más allá. Cómo es posible una celebración así, si lo que tenemos es precisamente un reverendo desmadre.
En su caso, ¿de qué tiene usted garantía? Tenemos que entender que en este mundo tenemos no sólo al diablo, también tenemos y para sufrirla, a la diabla. El diablo es el hambre y la diabla la infelicidad. ¿Cuántos en este mundo tienen y padecen hambre? Pues casi todos. ¿Y cuántos son infelices? Ante tanta y tanta infelicidad, pues nos falta gente. Mire que hambre e infelicidad abunda y hay para cuantos puedan venir. ¿Qué Dios pudo hacer un mundo así de sufrido y fregado? Pobre mundo, pobre gente y pobre Dios.
¿Cómo es posible un mundo donde hay garantía de hambre, de soledad y de sufrimiento para todos?
Entérese, se le puede extender una garantía a usted, a su brujer y hasta a sus hijos para que tengan una mucho mejor vida. Lo primero consiste en aceptar que la que tienen es una fregada vida que por supuesto no quieren volver a vivir, pero si no cambian, la van a sufrir sus inocentes hijos e hijas.
Dos son los grandes dramas de la vida. El escaso dinero y el muy poco amor Ah no olvido la casi refrigerada sexualidad, en muchos casos no fría sino helada. Acaso alguno de los Barones sabe de alguna hembra que se exceda en la rica tarea. Qué puede hacer un pobre barón con su automática, cuando piensa que su mayor órgano sexual es el binomio pájaro murciélago, sin serlo y que con tal automática tira y hasta rafaguea en menos de siete minutos, tiempo completamente insuficiente para calentar el comal que son las femeninas nachas. Eso que hacen todos, entrarle a la sexualidad con su cañón, en un escandaloso y silencioso fracaso. Fracaso primero para ellas y luego también para él y para todos.
Una hembra no despertada debería pedir una garantía, de lo que la van a hacer sentir y con qué lo va a sentir y cuánto tiempo. Si supieran ustedes de las glorias derivadas al cumplir el barón tal garantía. Como respuesta se te viene encima y ahora es ella la que te va a co… Al corresponderte te dará mucho más de lo esperado, te ahogará. No te meterá al paraíso, ahora ambos entrarán al segundo paraíso. El tercero es también alcanzable, por ahora, aguarden. ¿Qué sabe los barones de esto que relato?
Los barones debe saber del enorme arsenal de que disponen para rica y prolongadamente estimular a su compañera. De proseguir haciéndolo, todo con el pájaro, aquella no entrará a ninguno de los grandes placeres y lamentablemente encontrará placer con la comida y en consecuencia se pondrá pesada, deforme y enferma, siempre indispuesta y sin ninguna gana para entrarle a lo que usted espera y tanto necesita. Entérense señores y muchachos. Las hembras yacen bien dormidas hacia la sexualidad. Lo mismo solteras que casadas, las que viven en unión libre, en amasiato o en Tlaxcalilla, viudas y quedadas, yacen como la bella durmiente. Debes aprender a despertarlas. De no suceder, todo será un fracaso de vida y fracaso para todos.
Luego, y de inmediato, despertar al barón al amor. Tal despertar produce en ellos grandes cambios. Les da fuerza, vigores y los capacita para luchar, para terquear y lograr mucho dinero.
Amor, placer y dinero hacen la mejor ensalada de vida.
Mire usted lo por hacer del barón para conquistar a la más difícil y empingorotada de las hembras.
Ya le rogó, le prometió, le hizo una amplia campaña y aquella preciosidad con abundante material para la tentación, no afloja, pese a haberla bañado hasta con aflojatodo, no afloja. A ella lléguele con una gran canasta tipo arcón navideño, conteniendo todo cuanto le gusta comer y beber, el lambrusco les encanta; luego un hermoso ramo de flores, un grueso ramillete de billetes de a 500 y enseguida abrácela, tómela por el trasero y dele un beso de succión, (espero sepa darlos) enseguida ella le dará uno para corresponderle. A ella se le doblarán las piernas, amacízese y sosténgala, cheque también que los ojos no se le vayan pa dentro. Si sucede que se cae y lo arrastra, entérese, el amor revolcado es muy bueno y placentero, revuélquense.
Ninguna mujer puede resistirse a esto. Todas se doblan. Incluso usted mujer que poco o casi nada ha sentido o lo ha fingido, tal sentir, colapsará ante esta catarata de estímulos ricos y placenteros.
Cuando los barones aprendan las incontables maneras que existen para decir te quiero, no podrán creerlo. Cuando suceda conocerán la sobreactuada respuesta femenina: increíble, ahogante, hasta se le tiene miedo. Cuando aquella despertada le tenga seria devoción al amor y al placer, aquella hembra será superior a cualquier ángel. Eso de despertar a las 3 de la mañana, porque aquella te… no puedo contarles el ardiente relato.
El mejor de todos los amores es el que da mucho y lo da todo y pide a cambio, muy poco. ¿Qué, para pedir, usted ha dado? Si ¡nada! Es su respuesta, seguramente le han correspondido en la misma fría, helada y miserable manera. El egoísmo de amor es el peor de todos. Los egoísmos sólo son viejas heridas de la infancia, inflamadas y sangrantes, que no han sanado, son inolvidables pero no incurables.
Si usted es amado, si usted ama tiene en consecuencia la capacidad, la posibilidad y hasta la obligación de perdonar. Si no lo han perdonado y prosigue solitario y abandonado es que no lo querían ni lo han querido. Su amor yace difunto e insepulto. Sólo el amor perdona y la prueba mayor del amor es precisamente el perdón
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He trabajado muy duramente para organizar dos densos documentos que mucho le ayudarán a organizar una mucho mejor vida. Las llaves uno y las llaves dos. Para comprar debe haber creído en esto, de no creer no compre nada. |