14 de marzo de 2011
por Armando Velazco Nieto
Atada de pies y manos hacia atrás, con cinta canela, fue descubierta sin vida la señora que llevó el nombre de Ofelia Trejo Matus, que contara con 58 años de edad, en el baño de la planta baja de una casa de la calle Saturnino Salas, fraccionamiento Los Naranjos, zona centro de la ciudad. El hallazgo lo hizo su esposo de origen español Juan Mutilua Rous, de 70 años
Alarmado y con fuerte crisis nerviosa, el septuagenario ciudadano, como pudo pidió auxilio a la policía través de la línea 066 y de los servicios de emergencia.
a los pocos minutos arribaron oficiales de la Policía Municipal y los paramédicos, estos ya nada pudieron hacer por la víctima, puesto que tenía horas de haber fallecido.
Extraoficialmente se supo que faltaba un lote de joyas y otros objetos de valor, lo que no hace descartar que el móvil haya sido el asalto. Sobre los lamentables acontecimientos hay puntos que no encajan, es por ello que agentes de la Dirección de Investigación del Delito, llevan las indagatorias hasta sus últimas consecuencias, para dar con el o los autores del cobarde asesinato.
Se conoció en el lugar que, Juan Mutilua Rous, vio por última vez a su esposa Ofelia Trejo Matus, originaria de Tecozautla, Hidalgo, a las tres de la tarde del jueves 10 en que él salió del domicilio, y que al regresar ese mismo día por la noche, encontró una maleta con pertenencias de la señora, creyendo que se había con su familia, por lo que procedió a poner las cosas de la maleta en su lugar.
Asimismo se conoció que durante todo el viernes, él estuvo en la casa sin que se diera cuenta de nada anormal, y fue el sábado por la tarde que entró al baño de la planta baja, donde hace el impactante hallazgo. Su esposa sin vida boca abajo, atada de pies y manos hacia atrás, con cinta canela.
La Policía Municipal, primera autoridad en llegar al trágico escenario, informó al agente del Ministerio Público en turno de la Agencia Uno, que al citado domicilio se constituyó con sus auxiliares y peritos en criminalística de campo, medicina y fotografía forense, a dar fe del cadáver e iniciar las primeras investigaciones, en tanto los peritos se dedicaban a la recuperación de huellas y otras evidencias.