El Sol de San Juan del Río
22 de febrero de 2011
Armando Velazco
San Juan del Río, Qro.- Una pareja de extorsionadores telefónicos fue detenida por elementos del Grupo Escat, de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, instantes después de haber recibido dos mil pesos por parte de la víctima que ya había recibido amenazas vía telefónica, en el sentido de que si no entregaba determinada cantidad, su familia sería la afectada.
La entrega del efectivo fue en el estacionamiento de una tienda de auto servicio de Pino Suárez y Gómez Farías, zona centro de la ciudad, informó la dependencia.
Los detenidos dijeron llamarse Alberto Rivera Castillo, de 37 años de edad y María Araceli Rosales Mejía, de 28, que señalaron ser originarios del Distrito Federal y con domicilio en el fraccionamiento Juárez. Se informó que en cuanto recibieron el dinero, la víctima solicitó apoyo a un oficial de moto patrulla, el cual solicitó refuerzos para montar un operativo.
La detección y detención de un hombre y una mujer se logró por los oficiales, antes de que entraran al fraccionamiento Juárez, los cuales fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público Investigador de la Agencia Uno, que inició la averiguación previa SJR/I/270/2011.
Por el delito de extorsión y lo que resulte. Asimismo se informó que las autoridades responsables de la prevención del delito, recuperaron el dinero producto de la extorsión a la ciudadana.
La ofendida manifestó que en anteriores ocasiones había sido amenazaban vía telefónica, en el sentido de que sufriría daño ella o su familia si no accedía a colaborar con ellos, por lo que ante el fundado temor hizo entrega del dinero previa orden de los detenidos, de que se verían en el estacionamiento de una tienda departamental ubicada entre las señaladas calles.
Fue exitoso el operativo montado por la SSPM en la zona, para la detección de los delincuentes que fueron "topados" antes de que ingresaran al citado fraccionamiento.
María Araceli Rosales Mejía y Alberto Rivera Castillo, fueron reconocidos y señalados directamente por la afectada, como los que recibieron el efectivo tras las amenazas de dañar a la familia. El efectivo fue recuperado y es el cuerpo del delito.
Cabe señalar que la ofendida tuvo el suficiente valor civil de solicitar ayuda a la policía, y eso es lo que se necesita, valor civil para denunciar este tipo de delitos y de otros muchos más que a diario se registran.
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